Adduci Lorena
adducilorena@gmail.com
El día que cumplí 12 años me levanté como cada cumpleaños, esperando ver cómo me
sorprendía la jornada. Ese lunes 18 de julio de 1994, en la mesa del comedor, mi mamá había dispuesto el desayuno para agasajarme, su risa junto con la de mis hermanos y mi abuela competían con el sonido de la radio que todas las mañanas se escuchaba en casa y a la que yo nunca prestaba atención. Pero en ese momento el sonido de una noticia importante colmó de silencio la casa; el locutor informaba a su audiencia que la sede de la AMIA en Buenos Aires había sufrido un atentado. Yo, que a esa edad mucho no comprendía del mundo que me rodeaba, me quedé en silencio escuchando cada fragmento de ese informe y a pesar de ser una fecha importante para mí no pude separarme de la idea, que mientras yo festejaba otros estaban sufriendo. Por ese instante y por ese hecho tomé conciencia de mi entorno, ese que iba más allá de mi escuela y mi familia, descubrí cómo a través de la transmisión de información podíamos ser parte de otras realidades.
Después de eso, la vida me fue mostrando diferentes caminos, pero esa lucecita de curiosidad de lo que puede transmitir una persona a través de un medio, me hizo decidir inscribirme en Comunicación Social. En ese momento para mí, era la herramienta que me permitiría llegar a otros y que hacer despierten como yo, aquel 18 de julio, a otras realidades. Pero por diferentes motivos me fui alejando y dejé de estudiar.
Hace un año decidí pagar esa deuda pendiente que tenía conmigo y retomé la carrera. Desde ahí, y ya como una adulta, descubrí que más allá de la primera intención hoy mi carrera me llena de satisfacción, me permite crecer y cuestionarme, deconstruirme y avanzar. Esta, que para mí es una nueva experiencia, es increíblemente satisfactoria y con mucha alegría veo como día a día sorteo obstáculos.
El año pasado me enfrenté a la necesidad de elegir cuál de las orientaciones iba a seguir, y si bien aún recordaba a esa nena de 12 años que, a través de la radio había descubierto un mundo más allá del propio, decidí inclinarme por la gráfica ya que presentaba para mí el desafío de que a través de las palabras escritas otros pudieran conectarse conmigo y ver a través de mis escritos una parte de ese mundo que nos rodea.
Hoy, sentada en mi computadora, preparando mi primer práctico para Redacción Periodística II, pienso que, al finalizar este cuatrimestre, me gustaría poder decir que desde este primer trabajo y hasta el último el camino ha sido enriquecedor, que me ha enseñado a expresar en palabras escritas mis ideas y opiniones para que otros puedan leerlas y disfrutar de mis textos. Y que esas palabras escritas despierten en otros la misma curiosidad por el mundo que despertó en mi esa triste noticia a los 12 años.
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