Personal del área, junto a vecinos de la zona, realizaron durante la mañana del sábado una limpieza de la Reserva como parte del proyecto “Mercociudades Sin Plástico”.
Zampaglione Mujica, Sofía Natalia
La Reserva Natural Urbana San Martín se encuentra en la zona noroeste de la ciudad y abarca una superficie de 114 hectáreas, enmarcadas por el Río Suquía y el Canal Maestro Sur. Esto representa el 0,3% de la superficie total de la Ciudad de Córdoba. A su vez, se ubica en primer lugar en el Corredor de Sierras Chicas, seguido por la Reserva Natural de la Defensa La Calera.
La Reserva se creó a partir de la ordenanza N° 11702, presentada por la ONG Amigos de la Reserva; considerándola una zona de gran importancia biológica puesto que en ella ocurre la transición entre dos ecorregiones: el Espinal y el Chacho Serrano.
Este área protegida depende de la Secretaría de Ambiente, quien divide el monto presupuestario entre el Jardín Botánico, la Universidad Libre de Ambiente y la Reserva San Martín. Previo al inicio de la actividad, tuvimos la oportunidad de dialogar con Walter Charras, director y guardaparque de la Reserva, quien considera insuficiente el presupuesto y añade: "Los agentes de conservación precisamos de una partida presupuestaria que debería llegar a un monto x, y estamos muy lejos de ese monto".
Alrededor de las 10:15hs., Charras junto a Rita Stanislavs, directora de la ONG "Amigos de la Reserva", repartieron mapas que indicaban los senderos a seguir durante la jornada. Mientras, Analía Righetti, subdirectora de la Reserva, comenzaba una charla informativa sobre el proyecto #MercociudadesSinPlástico, el cual se desarrolla en conjunto con la Municipalidad y que tiene por objeto la gestión de residuos, educación ambiental e incontables acciones para exigir a los gobiernos locales la implementación de las "tres erres ecológicas": reducir, reutilizar, reciclar.
Luego tomó la palabra Stanislavs, quien concientizó sobre las constantes amenazas que sufre actualmente el Área, como una cancha de hockey municipal, una pista de BMX, un proyecto de maratón. ‘Amigos de la Reserva’ actualmente lucha contra la construcción de una costanera, puesto que cualquier modificación humana haría que la Reserva dejara de ser un corredor biológico.
Finalmente, bajo el lema "la mejor limpieza es la que no hace falta", se dio inicio a la Jornada alrededor de las 10:30hs. y, debido a que se inauguró la temporada de incendios, la limpieza estuvo enfocada en los cortafuegos y todo material combustible que se encontrará cerca de estos, como ramas o pasto seco.
En el año 2013 se produjo el último incendio en esta Reserva, que llegó a los 70 metros. A partir de esto, implementaron una cuadrilla de Defensa Civil que controla permanentemente los focos de incendios. Durante el fin de semana, desde la ONG Amigos de la Reserva, se llevan a cabo vigilias voluntarias. Por otro lado, se implementó un plan de acción donde la Municipalidad colocó tanques de 1000lts. que sólo sirven para llenar las bombas de espalda, algo que los guardaparques consideran "inservible".
El recorrido se centró en la zona alta de la Reserva, que corresponde con el área de conservación. En esta se concentra la mayor cantidad de especies vegetales y animales autóctonas, por lo que se resguarda este espacio con el fin de conservarlo, investigarlo y desarrollar recreaciones de bajo impacto. Desde allí, utilizamos los senderos geológicos, comenzando por el camino principal y hacia el 'Límite 1' para limpiar el lateral de Sur a Norte. Al llegar al límite, alrededor de las 11hs., descubrimos colillas de cigarrillo cerca de la planta gramínea. Charras realizó una pausa en el recorrido para explicar la peligrosidad de la situación.
La especie herbácea llegó a la provincia hace cientos de años con el fin de alimentar al ganado, pero al ver que se les atoraba en la garganta, decidieron liberar la especie y hoy en día se considera invasiva dentro del área. Al secarse, se vuelve sumamente inflamable, algo que el superior del área explicó como "punto caramelo". El área combate la gramínea con palo amarillo, el cual lo reseca mediante la sombra.
Continuamos el recorrido hacia el viejo canal del río, actualmente clausurado puesto que se llenó de basura provocando una crecida y un posterior derrumbe en el terreno. El canal se convirtió en un "pozo de basura" proveniente de los barrios colindantes a la Reserva, explica Righetti.
Al llegar al cortafuegos la subdirectora del área explicó que, según la legislación, del área a los vecinos debería haber una distancia de 10 metros, ocupada por el cortafuegos. La empresa que construyó el country "Altos del Chateau" incumplió esta ordenanza, por lo que la Reserva comenzó acciones legales contra la empresa constructora.
Al otro lado del cortafuegos, también se encuentra un terreno privado que posee tres lagunas convertidas en ecosistema. El director del área, considera "ideal" que la municipalidad expropie estos terrenos para hacerlo parte de la Reserva, y explicó: "No es un terreno apto para construir, por las lagunas, las depresiones y los terrenos blandos. No sirve para nada".
Alrededor de las 12:30hs. volvimos al punto principal de encuentro, donde dejamos las bolsas que contenían los residuos combustibles. Esta poda es utilizada para el compost puesto que, al ser liviana, se descompone rápidamente y se transforma en tierra que, desde la Reserva, utilizan en el "Vivero de Nativos" donde generan enredaderas, arbustos y árboles.
Charra finalizó la jornada destacando la participación vecinal y la mejora en los programas de preservación y conservación que se están implementando sobre la Reserva San Martín.
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