Redacción Lengua Verde
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Desde hace años, el Movimiento Campesino de Córdoba venía bregando por un proyecto que regulara el trabajo de los pequeños productores. Recién el pasado miércoles 18 de septiembre, se aprobó en la Cámara de Legisladores la “Ley Desarrollo Integral de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena de la Provincia de Córdoba”. Esta norma da al fin un marco legal de reglas y recursos para las familias productoras. A su vez, fomenta modos ecológicos de producir.
Una de las particularidades de los pequeños productores de la provincia, está relacionada con la obtención de alimentos orgánicos. La aprobación de esta ley implica la creación de un consejo asesor. Esta herramienta tiene como fin brindar recursos y capacitación, para que las familias campesinas puedan expandir la comercialización de sus productos.
Para Julieta Quirós, antropóloga e investigadora, “la tarea de cómo hacemos para producir alimentos saludables y libres de veneno se ha tornado hoy un desafío a escala planetaria y “la agricultura familiar y campesina alumbra un camino en el seno de ese debate”. Ella relaciona esto con la soberanía alimentaria, ya que según ella, las familias campesinas producen alimentos de calidad. Ahora, con la ampliación de la comercialización que busca esta ley, más hogares podrán consumir alimentos saludables.
“El trabajo rural y el modo de vida de los pueblos del Valle de Traslasierra habla de un modo ecológicamente sustentable de producir alimento y riqueza” expresó la antropóloga. En este sentido, los pequeños productores no solo producen alimentos sanos, sino que además lo hacen con muy poco impacto ambiental. Por ejemplo, cultivan sus hortalizas, crían pollos y huevos de campo, libres de antibióticos y hormonas. Vuelven, en cierta manera, a los antiguos modos de producir.
Aunque pasó mucho tiempo, el Estado al fin está creando herramientas que incentivan modos ecológicos de producción. Esta ley aprobada comienza a dar visibilidad al trabajo arduo de las familias campesinas de Córdoba. Además, reconoce el valor de las formas sustentables de producción y en armonía con el medio ambiente.