Retamal Borgogno, María Emilia.
“La naturaleza es un mecanismo de relojería que se descompone si se toca una sola de las piezas”, afirma el editorial publicado el 26 de agosto en La Voz del Interior. La tala irracional, el avance inmobiliario y urbanístico, los incendios forestales causados por quemas intencionales, son todos causantes de que se descomponga el reloj ambiental. La mano humana en la naturaleza nunca impacta de forma positiva. Sin embargo, la consecuencia no la sufre sólo el medio ambiente, sino que los más afectados son los miembros de la sociedad.
A veces, esas acciones causan sequías, otras veces, inundaciones. En Córdoba tuvimos un grave ejemplo en las Sierras Chicas durante febrero y marzo del 2015. La abundancia de lluvias provocó que los ríos -cuyo cauce fue modificado por los avances urbanísticos- volvieran a sus recorridos naturales, donde ahora había casas y familias. El agua circulaba por las calles asfaltadas de las ciudades, llevándose todo su paso, incluyendo las vidas de algunos de los habitantes.
Es muy sencillo culpar a la naturaleza de este tipo de desastres. Pareciera que los gobiernos lo usan como excusa para quitarse la responsabilidad de encima. La editorial de La Voz lo dice de forma sutil cuando menciona “la falta de políticas claras”, pero la ausencia gubernamental en lo que refiere a lo ambiental es indiscutible. El informe “Áreas desprotegidas. Análisis de la gobernanza en las áreas protegidas de Córdoba” denuncia la falta de presencia de los gobiernos en las zonas protegidas de la provincia. En éstas, a pesar de que existen leyes que exigen su regulación y cuidado, se realizan desmontes y deforestaciones. Los culpables salen impunes de sus acciones, así sean sólo ciudadanos o empresas inmobiliarias que buscan hacer negocios en la zona.
La conciencia ambiental no nace por sí misma, es necesario sembrarla e instaurarla en la sociedad. Quizás así, la responsabilidad llegue a las autoridades y comiencen a ejercer el rol que les corresponde. De esta forma, podremos evitar que ciertos desastres ocurran, especies desaparezcan, se quemen bosques, se inunden poblaciones y se pierdan vidas.