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Se aprobó en Córdoba la Ley de ¿Buenas Prácticas? Agropecuarias

El pasado miércoles 16 de Octubre, la Legislatura de Córdoba aprobó, con 50 votos a favor y 3 en contra, la Ley 28.990 de Buenas Prácticas Agropecuarias. El Ministerio de Agricultura y Ganadería será la Autoridad de Aplicación.


La Unicameral convirtió en Ley el Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias cuyo objetivo principal es contar con una política agroalimentaria que “contribuya al desarrollo sostenible, promoviendo su adopción por parte de los productores agropecuarios, instrumentando, para ello, un sistema de incentivos”.

La propuesta fue impulsada por Gustavo Eslava, legislador provincial del bloque Unión por Córdoba. Eslava definió la Ley como una norma que “viene a garantizar el futuro de la sustentabilidad de la producción agropecuaria de la provincia de Córdoba”. La norma, se encuentra dirigida a todo tipo de producciones que se trabajen en el campo, y destinada a todos sus productores “independientemente de la tenencia de la tierra”.

El Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) funciona hace tres años en la Provincia de Córdoba. En el mismo, se definen a las buenas prácticas como el conjunto de “principios, normas y recomendaciones técnicas tendientes a reducir los riesgos físicos, químicos y biológicos en la producción, procesamiento, almacenamiento y transporte de productos de origen agropecuario, orientadas a asegurar la inocuidad del producto, la protección del ambiente y del personal involucrado, con el fin de propender al desarrollo sostenible”.

BPA cuenta con un sistema que incluye dos aportes económicos no reintegrables del Poder Ejecutivo. Uno de ellos, dirigido a todos los productores agropecuarios que desarrollen actividades productivas bajo estas características. El otro, destinado a instituciones, entidades y organizaciones que colaboren, y participen en la implementación, difusión, ejecución, promoción y desarrollo del programa. El programa reparte, en la actualidad, alrededor de $130 millones anuales no reintegrables y alcanza a 300 productores. El Proyecto de Ley dispone, además, la creación del Fondo de Promoción y Desarrollo de las Buenas Prácticas Agropecuarias de Córdoba cuya administración y disposición también estará a cargo del Ministerio de Agricultura y Ganadería.

La ley fue aprobada por mayoría absoluta, con 50 votos a favor y 3 en contra.

El debate

La aprobación del proyecto fue rechazada únicamente por los legisladores del Frente de Izquierda (FIT) Laura Vilches, Eduardo Salas y Ezequiel Peressini, quien definió a la norma como “la máscara de cordero con la que van a disfrazar al lobo”. Peressini cuestionó no solo el sistema productivo de la Provincia sino también, la forma en la que se discutió la Ley ya que “sólo fueron invitados a discutir los beneficiarios y no los perjudicados”. Además, consideró que el proyecto transforma en Ley un programa mediante el cual el Gobierno entrega diplomas de BPA a productores que fumigan escuelas. En esta misma línea, Vilches señaló: “Con la norma se decide premiar a los mismos que destruyeron el ambiente durante los últimos 20 años”.

Martín Fresneda, legislador de Córdoba Podemos, cruzó fuertemente a los legisladores del FIT, considerando que “hay que saber convivir” con los diferentes modelos productivos ya sea el agronegocio o la agricultura familiar. Además, Fresneda destacó que la ley se asienta sobre los cinco ejes de desarrollo sustentable de Naciones Unidas.

La legisladora del Frente de Todos, Vilma Chiapello, realizó un pedido por mayor control en el uso de agroquímicos. En la actualidad se utilizan 107 plaguicidas en Argentina, prohibidos en el resto del mundo, por lo que Chiapello señaló: “Si no nos sinceramos el paradigma de los agroquímicos, las semillas seguirán avanzando sobre la agroecología”.


¿Qué dicen los especialistas?

En diálogo con el programa “A Mi No Me Importa” de Radio La Retaguardia, Darío Ávila, abogado defensor de las poblaciones víctimas de las fumigaciones, explicó que las Buenas Prácticas Agropecuarias son “recomendaciones hechas por el propio agronegocio, en un contexto en que el modelo agroindustrial viene siendo profundamente cuestionado”.

“Las ‘buenas prácticas’ no plantean ni la reducción, ni el dejar de usar los agrotóxicos”, añadió Ávila, quien además expresó que el proyecto de Ley profundiza el modelo a través de diversas prácticas tales como, prestar atención a las condiciones climáticas al momento de fumigar, y mantener un control por parte del Estado.

En cuanto a la aprobación por mayoría absoluta, el abogado declaró que hay malestar dentro de las organizaciones sociales, luego de que el dirigente del Movimiento Campesino Córdoba y ex Secretario de Derechos Humanos durante el kirchnerismo, Martín Fresneda, haya votado a favor de estas prácticas.

Ávila explicó, por otro lado, que una vez que la Ley sea presentada en el Boletín Oficial, se le otorga una licencia y con ello, la posibilidad de plantear su inconstitucionalidad en caso de que afecte derechos fundamentales y constitucionales como el Derecho al Ambiente, a la Salud y a la Vida. Sin embargo, el operador jurídico “confía” en que sea la población y la sociedad organizada quienes puedan logran algún tipo de cambio y modificación de la Ley.

Por último, el abogado sentenció: “Las únicas “buenas prácticas” que existen son las de la agricultura campesina y la agricultura ancestral que jamás, en una actividad tan milenaria, necesitaron utilizar veneno para producir alimentos” .


 

Compartimos la entrevista a Darío Ávila, realizada en el programa "A Mi No Me Importa":

Transcripción completa:

J: Se acuerdan que hace semanas, hace pocas semanas, hablamos con una compañera cordobesa de Dique Chico, específicamente, sobre la problemática de los agrotóxicos en los diferentes pueblos y sobre todo la cuestión de las fumigaciones sobre todo, o en este caso específico, en la Provincia de Córdoba. Contame un poco Pedro y presentamos a nuestra entrevista

P: Yo te propongo Juli que directamente lo presentemos y que nos cuente porque está bueno hablar puntualmente de este nombre que tiene la nueva novedad. Estamos en comunicación con el abogado Darío Ávila. Se aprobaron las Buenas Prácticas Agropecuarias en Córdoba. Buenas Prácticas Agropecuarias tiene un nombre muy lindo, suena a algo que está bueno, a una novedad que esta buenísima y que al respecto de la situación que se vive día a día de la mano del agronegocio, parece ser algo bueno por el nombre lindo que tiene. Darío, ¿Queres contarnos de que se trata esto? Bienvenido a La Retaguardia, Pedro Ramírez Otero y Julián Bouvier con vos.

D: Hola ¿Qué tal? ¿Cómo andas Pedro? Hola Julián. Mucho gusto.

P: Igualmente.

D: Gracias por llamar y gracias por el espacio. Si, lo que te puedo decir es que lo de “bueno” lo único que tiene es el nombre, efectivamente. Antes que nada hay que aclarar que esto es una Ley. El día miércoles lo acaban de aprobar en la Legislatura cordobesa con mayoría absoluta, sobre un total de 53 legisladores, 50 votaron a favor y los únicos tres legisladores que votaron en contra de esta Ley son los legisladores del FIT. Y bueno, esto también llamó mucho la atención a las organizaciones sociales que de alguna forma vienen peleando en Córdoba en contra de los agrotóxicos porque en esta ley hemos contado también con el beneplacio y el voto positivo de legisladores del Frente para la Victoria. Y llamó más la atención, quien es su legislador, su representante en la legislatura es una persona que viene precisamente del ámbito y es un referente, un dirigente del Movimiento Campesino Córdoba. Me refiero concretamente a Martín Fresneda que fue también Secretario de DDHH durante el kirchnerismo, entonces hay bastante mal estar en las organizaciones sociales al ver la forma en que este referente ha votado a favor de estas buenas prácticas. Las buenas prácticas en realidad son pautas, son recomendaciones hechas por el propio agronegocio, en un contexto en que el modelo agroindustrial viene siendo profundamente cuestionado no solamente por el impacto ambiental que produce el modelo en sí, que sabemos que agota los suelos, desertifica los suelos, contamina los ríos y que también impacta sobre el ambiente y esto se traduce después en enfermedades graves en la población. Frente a este cuestionamiento público y fuerte que viene siendo objeto últimamente, principalmente después de un juicio histórico que también se desarrolló acá en Córdoba que fue el juicio Ituzaingo, que por primera vez se condenó a un productor agropecuario y al dueño de una empresa aplicadora precisamente por contaminar todo un barrio, el Barrio Ituzaingo, por la utilización de estos agrotóxicos. El modelo y los sostenedores del agroindustrial tuvieron que salir a dar explicaciones frente a ese cuestionamiento y allí se inventa este concepto, esta idea de las buenas prácticas agropecuarias. Concretamente lo que plantean en términos muy sintéticos estas buenas prácticas, hablan de la necesidad de la rotación de los cultivos, de cuidar la fertilización de los suelos, de incorporar tecnología a la producción agroindustrial pero hay un tema que evidentemente ha sido motivo de la crítica y es el planteo medular de las buenas practicas, que es el uso de agrotóxicos. Claramente las buenas prácticas no plantea para nada ni la reducción, ni el dejar de usar los agrotóxicos. Muy por el contrario, plantea profundizar el modelo a través de las buenas prácticas. La excusa que ellos dicen es que, si el productor al momento de hacer la fumigación respeta las condiciones climáticas y a la vez hay un control por parte del Estado, el uso de agrotóxicos no genera inconvenientes. Cosa que es absolutamente mentira, pero bueno. Eso es a modo de introducción lo que se acaba de aprobar aquí en Córdoba.

J: Pienso Darío, escuchándote y pensando más allá de esta cuestión específica, lo que sucede con las Buenas Prácticas Agrícolas, o así llamadas por el agronegocio como vos bien decís; pienso que viene de la mano de una estructura estatal muy fuerte y muy arraigada desde no sólo la agricultura o la economía como parte de la política del país o de cualquier Estado, sino también, digo, de la educación de la salud, de la justicia ni hablar. De todas las diferentes instituciones que forman parte del Estado, que adoptan palabras como las “buenas prácticas” que suenan muy lindas, que las bajan, nos contaba un compañero de Córdoba, a las escuelas también para niños y niñas como la forma de agregar estas prácticas para las escuelas. Y pensaba también, una charla que tuvimos con el biólogo Federico Kopta, que él nos contaba al respecto de la justicia que, por ejemplo, para uno demostrar que estos agrotóxicos causan enfermedades en el cuerpo a lo largo del tiempo… lo que nos decía Federico es que según esta Ley y según las “buenas prácticas”, uno tendría que ir a demostrar que puntualmente tal veneno o tal agrotóxico le genero tal enfermedad, y que en verdad son causas que se van dando con el tiempo, son a largo plazo.

D: Efectivamente.

J: Entonces es muy tramposo todo el juego estatal que hay alrededor de las instituciones con cómo trabajan la problemática.

D: Esa apreciación que hizo Federico, que es una persona que claramente es un referente por la lucha ambiental aquí en Córdoba, apunta más a otra propuesta pero es ya a nivel nacional, que es la propuesta de la modificación de la Ley de Residuos Peligrosos que es la Ley por la cual precisamente se condenó este productor que yo hacía mención recién en el caso Ituzaingo. Entonces esa figura penal que hoy está vigente, que es la Ley 24.051, hay un proyecto del actual gobierno de modificar esa Ley de Residuos Peligrosos, por supuesto para seguir beneficiando el agronegocio, y que quiere precisamente modificar esa Ley a raíz de este precedente que es el caso Ituzaingo. Actualmente vos no tenés que demostrar esto, como bien lo señalas vos, de que la enfermedad que hoy vos estas experimentando en tu cuerpo responde por una relación de causalidades, es decir causa-efecto al uso de agrotóxicos. Hoy la Ley lo que dice es que simplemente por el solo hecho de haber estado expuesto a ese residuo, porque es un residuo peligroso y por lo tanto es tóxico, eso es suficiente para tener por acreditado que esa enfermedad deviene y por lo tanto produce lo que se llama la inmersión de la causa probatoria. Es decir que quien utiliza el agroquímico, en este caso el productor o la empresa, tiene que demostrar que su producto es inocuo. Cosa que por supuesto no lo va a hacer nunca. Eso es lo que está hoy en riesgo con este proyecto de Ley. Pero bueno, lo de Córdoba viene a profundizar ese modelo, y como bien lo señalas vos, desde el agronegocio hay otra gran disputa que es la disputa por la construcción de sentidos, la disputa lingüística, la disputa por conceptos. Claramente el agronegocio se apropia también de los conceptos y lo hizo cuando desarrollo el concepto y la idea de “desarrollo sustentable”. Es un concepto que también ha sido apropiado por el agronegocio y hoy está absolutamente puesto en crisis este concepto, es un verdadero oxímoron plantear la posibilidad de que exista un desarrollo sustentable. El desarrollo hace hincapié a un aspecto estrictamente económico y la economía hoy, en base al modelo extractivo, precisamente se caracteriza por el sojuzgamiento y la destrucción del ambiente y la biodiversidad y por lo tanto no puede ser, bajo ningún aspecto, ni desarrollo ni sustentable ni nada que se le parezca. Así que claramente también es de la disputa conceptual y la disputa terminológica.

J: Lo mismo que los productos fitosanitarios, ¿no?

D: Exactamente, con la misma idea esto del agronegocio, de tratar de minimizar y restar impacto sobre todo en la sociedad, las conceptualizaciones también son importantes. Y ellos utilizan conceptos como “fitosanitario”, lo que producen son “remedios para las plantas” o “líquidos para terminar con las plagas”, y bueno por eso también desde las organizaciones sociales se acuño esta idea y este concepto de agrotóxico, como una idea de darle una connotación real que tienen estos productos, que es absolutamente negativa.

P: Darío, pensaba en lo que decías al principio de esto de las dos fuerzas mayores a nivel nacional que fueron las que llevaron adelante la votación para que esta Ley se dé. Yo pienso, vamos camino seguramente a un cambio de gobierno que ya se manifestó a favor del agronegocio, de la megaminera y de todas estas cuestiones que día a día nos siguen envenenando y siguen matando gente a nivel nacional. Yo pienso, ¿Crees que existe alguna posibilidad de dar de baja esta Ley y cómo se podría lograr?

D: Mira, ahora a partir de que la Ley sea publicada en el Boletín Oficial pasa a tener licencia y siempre hay una posibilidad. Yo como operador jurídico y como abogado confío más en la posibilidad de que las cosas sean revertidas en base a lucha social y popular y no desde la Justicia. Bastante poca expectativas hay de la Justicia y mira, te lo digo desde mi condición de abogado digamos, porque conozco lo que es la Justicia adentro y conozco lo que es la ignorancia sobre todas estas cuestiones. La padezco a diario cada vez que tengo que ir a plantear algo en materia de protección de los derechos ambientales. Entonces confío con que la población y la sociedad organizada pueda a través de un reclamo lograr algún tipo de cambio y modificación en esta Ley. Y si, como última instancia siempre está la posibilidad de hacer algún planteo de inconstitucionalidad siempre que con estas leyes se terminen afectando derechos fundamentales y derechos constitucionales, como puede ser el Derecho al Ambiente, a la Salud y a la Vida. Siempre te queda ahí un “restigio” para poder plantear la inconstitucionalidad de la Ley. Así que será una posibilidad que en su momento valoraremos junto con las organizaciones sociales, principalmente con las que vengo trabajando que son los Vecinos de Dique Chico y las Madres de Ituzaingo Anexo.

J: Justamente ahí que mencionaste a la gente de Dique Chico. Ellos nos mencionaban que muchas veces estos productores fumigan a las dos de la mañana, tres de la mañana. Que a veces han ido con fuerzas policiales y que tratan de hacerlo como si fuera que no está pasando y que la gente se entere al otro día que hubo fumigación cuando salga y lo sienta, o que no se enteren nunca como muchas veces paso también. Pienso, estas prácticas que parecen más prácticas delictivas que “buenas prácticas”, digo ¿Pueden ser denunciadas de alguna manera formal? ¿Pueden ser parte de algún juicio el día de mañana? Digo, bueno si es tan buena ésta práctica ¿por qué lo haces a las dos de la mañana para que nadie te vea?

D: Si, es así. Es absolutamente factible y fijate esto que me estás diciendo vos, es así. Tienen tan mala propaganda, tan mala prensa hoy el modelo de agronegocio, que los mismos productores saben que si lo hacen a plena luz del día corren el riesgo de que las fumigaciones sean paradas por los mismo vecinos. Entonces apelan a este tipo de artilugios, que es hacerlo en la clandestinidad, es decir de noche. Y lo más grave, que seguramente te habrán comentado los vecinos de ahí de Dique Chico, con el acompañamiento de la policía y la Secretaria de Agricultura que es el organismo que controla y fiscaliza las fumigaciones. Entonces esta batalla lamentablemente es así, es con el cuerpo –se corta la llamada-.

P: Perdimos la comunicación con Darío, ahora trataremos de volver a conectar. Para darle un cierre a esto de las “buenas practicas”, hay un montón de términos que nos regala la agroindustria. Una es las “buenas prácticas agrícolas” que recién escuchábamos qué son realmente y cómo las llevan a cabo. Otro es, por ejemplo, el famoso “paquete tecnológico”. “Paquete tecnológico” hoy en la nueva era de tecnología donde estamos todo el tiempo descubriendo un montón de cosas, “paquete tecnológico” suena buenísimo. Suena a algo que está bueno, que sirve, que además te garantiza… porque lo que te garantiza este “paquete tecnológico” es que vas a poder cultivar sin problemas, sin que se te mueran los cultivos, sin que nada, todo más rápido; y la verdad es que no, la semilla transgénica con todos sus acompañamientos de agrotóxicos. Darío te tenemos en línea otra vez, se cortó.

D: Si, recuperamos de nuevo.

P: ¿Querés seguir comentándonos?

D: No, no, te decía que bueno, que este tipo de batallas y de conflictos se da con los vecinos poniendo el cuerpo lamentablemente, parando las fumigaciones, denunciando los hechos cuando configuran algún tipo de delito. Y también se da en la esfera judicial, porque en Dique Chico lo que los vecinos están hoy defendiendo es la vigencia de una resolución que sacó el jefe comunal, que tal como se vienen haciendo en varios sitios acá en Córdoba, que están sacando ordenanzas y resoluciones que alejan las fumigaciones de la gente urbana y de las escuelas rurales principalmente. Frente a este concepto y a esta forma de participación ciudadanía, la mayoría de estas ordenanzas tienen su origen en el reclamo popular y el reclamo social, que se materializa después en esa medida de carácter municipal. Hoy son cuestionados también por los productores sojeros porque sostienen que son medidas que vulneran su derecho al trabajo, a la industria lícita y demás. Digamos hay varios escenarios de disputa y las peleas se dan en todos los ámbitos.

P: Totalmente, vemos día a día como esta lucha se sigue dando. La seguimos dando y sabemos también que la agroecología está ganando más terreno y eso nos pone cada vez más felices y apostamos a que eso sea, siga creciendo mucho más. Darío te mandamos un beso grande, te agradecemos por la comunicación y seguimos esperando novedades sobre esto.

D: Bueno, el agradecido soy yo por el espacio y por la oportunidad. Y bueno, decir una vez más que las únicas “buenas prácticas” que existen son las de la agricultura campesina y la agricultura ancestral, que jamás en una actividad tan milenaria necesitaron utilizar veneno para producir alimentos. Buenas tardes, y gracias por la participación.

P: Sin duda, te mandamos un abrazo. Él fue el abogado Darío Ávila contándonos sobre estas buenas prácticas agropecuarias, agrícolas, situaciones que siguen dándose a nivel nacional y que seguirán dándose porque ya claramente se manifestaron a favor de todo esto, y se manifestaron a favor de seguir, seguir y seguir incursionando en el agronegocio y en seguir envenenando a la población, tanto en este caso como en las provincias. En Córdoba, por ejemplo, de cerca, bien de cerca, con las fumigaciones en las escuelas. Y acá, no tan cerca, pero en todos los lados donde vayas a comprar cualquier tipo de producto ultra procesado, cualquier tipo de producto de verdulería seguramente, de todo.

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